¿Contratar en plantilla o freelance?
Llega un día en que toda empresa necesita crecer para poder abarcar nuevos proyectos y dar servicio a nuevos clientes. Una buena noticia que suele venir acompañada de un pequeño quebradero de cabeza: buscar (y encontrar) un profesional cualificado que encaje en la compañía y pueda asumir las nuevas responsabilidades que el equipo no puede absorber.
A la hora de encarar esta contratación, ya se haga internamente o se externalice con una consultoría especializada, es habitual que surjan dudas sobre si fichar al candidato en plantilla o bien decantarse por un freelancer que desempeñe esas mismas funciones como externo.
Como ambas opciones tienen sus pros y sus contras, como todo, es fundamental analizar bien nuestras necesidades y prioridades. Algo tan particular que depende del caso de cada empresa.
Eso sí, existe una variable aplicable a toda compañía y que marcará en gran medida nuestra decisión final: el número de horas que implica el trabajo y el coste que nos supone cada hora.
¿Cuándo contratar un freelancer?
Decantarnos por un profesional que trabaje de forma independiente es una gran opción porque nos permite minimizar los costes y maximizar los resultados. Sólo pagaremos por cada vez que necesitemos el servicio.
Para hacerlo posible y viable, se deberán cumplir una de las siguientes cuatro premisas:
- Es un trabajo no diario: Necesitamos realizar estas tareas una vez a la semana, al mes o cada X días. El profesional freelancer las hace, cobra por las horas invertidas y se desentiende hasta la próxima.
- Se puede hacer en remoto: No es necesaria su presencia en nuestra oficina. Nos comunicamos con él vía teléfono o email y cuando termina su trabajo nos lo envía.
- El proyecto tiene fecha de inicio y final: Cuando se trata de un evento, por ejemplo, puede trabajar intensamente durante los días que sean pero sabemos que pasada esa fecha su aportación se termina.
- Existe flexibilidad horaria total: No nos importa el horario del profesional porque trabaja de forma independiente. Lo único que buscamos es que el trabajo esté entregado en la fecha y hora acordadas.
¿Cuándo contratar en plantilla?
Al contrario de lo que pasaba en el caso anterior, aquí nos encontramos con un gasto fijo que, si bien supone un coste/hora más reducido, implica una inversión total mucho mayor. Es por eso que sólo será nuestra opción elegida si:
- Volumen de trabajo continuo: Hay suficientes tareas a realizar como para ocupar 20 o 40 horas semanas (media jornada o jornada completa).
- Se requiere estar presente en la oficina: La interacción diaria con el empleado y su feedback es importante para el buen funcionamiento de la empresa.
- No hay fecha de finalización del trabajo: Las diferentes tareas se van sucediendo y no se prevee un final.
- La jornada laboral tiene inicio y final: Sea más o menos flexible, se sigue un horario de oficina que permite trabajar en equipo.
Queda claro entonces que el factor principal para determinar si elegimos un trabajador en plantilla o freelancer es el volumen de trabajo que haya por hacer.
Cuando se pasa de X horas, dependiendo de los costes en cada caso, profesional en plantilla. Si se está por debajo de esa cifra, mejor alguien que trabaje de forma externa.
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